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lunes, 15 de noviembre de 2010

Cristo Viene ¿Le Estás Esperando?

Por.centrocristianoemmanuel.blogspot.com

Mucho se ha hablado de la venida de Cristo. Desde que Cristo ascendió al cielo, la mayoría de los creyentes han hablado acerca de este evento. Han pasado ya casi 2000 años desde que fue anunciado por primera vez que Cristo volvería. Desde que fue fundada la iglesia, muchos le han esperado, le esperan y le seguirán esperando, PERO UN DIA VOLVERA!
Creo que lo más importante en la venida de Cristo, es estarle esperando. La venida de Cristo será de bendición solamente a aquellos que le esperan preparados con dedicación y paciencia.
El esperar con paciencia es un don
La paciencia es un don o fruto del Espíritu Santo de Dios. A la mayoría de las personas no les gusta esperar. Especialmente en este tiempo en que vivimos, nos desespera tener que esperar cualquier mínimo espacio de tiempo. Queremos todo ya, al momento.
Nuestro mundo vive en desespero, los jóvenes no pueden esperar a casarse, los casados no pueden esperar a estar solos, los que trabajan no pueden esperar que llegue el fin de semana, los que estudian no pueden esperar que llegue el día de la graduación, etc. Nuestra cultura es una cultura muy afectada por la falta de tiempo. Todo lo que hacemos lo hacemos a la carrera. Quizá usted al igual que yo, también se ha visto frente al horno micro-ondas desesperado porque tarda demasiado en calentar la leche, especialmente si su bebe llora, o si esta calentando un plato de comida o cualquier otra cosa. Estamos viviendo en un mundo dominado por la desesperación. 
 
Tenemos que ser solícitos en la espera por Cristo
El escritor a los hebreos 6:11-12 dice:
"Pero deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma solicitud hasta el fin, para plena certeza de la esperanza, a fin de que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas".
El esperar con solicitud y paciencia es el deber de cada uno de nosotros, cuando esperamos solícitamente no nos volvemos perezosos sino que nos fortalecemos en la esperanza.
Estas palabras me recuerdan una leyenda que les voy a compartir, en San Juan, Puerto Rico, en la entrada del mar Atlántico a la bahía, existe un arrecife natural donde una pared de piedras rompen las grandes olas que vienen contra la playa. Existe allí una formación rocosa en forma de un perro sentado en sus patas traseras que mira hacia el mar. Cuenta una leyenda que ese perro perteneció a un pescador que salió a pescar y lo dejo esperando en la playa. Su amo nunca volvió, pero como perro al fin, sigue siendo fiel y está esperando que su amo vuelva. El perro de tanto esperar que su amo volviera, se convirtió en una roca y todos los que visitan a San Juan pueden ver allí, el perro que pacientemente espera a su dueño. 
 
No sé si usted le está esperando, pero Cristo viene por segunda vez a buscar a los que le esperan. Los que le esperan serán los únicos que sentirán gozo al verle venir. "Cristo…aparecerá por segunda vez…para salvar a los que le esperan." Hebreos 9:28. Esa es nuestra bendita esperanza. La segunda venida de Cristo donde seremos salvos para estar siempre con Él (Tito 2:13).
¡El no tarda, solo es paciente!
Aunque muchas veces pensemos que Cristo tarda su promesa, lo cierto es que no es así. "Porque aún un poquito, y el que ha de venir vendrá, y no tardará" Hebreos 10:37. La Biblia dice que solo dentro de un poquito el que ha de venir vendrá. A nosotros aun los creyentes, hay veces que nos parece mucho tiempo y mucha la tardanza, especialmente cuando estamos pasando por tiempos difíciles. En la Biblia vemos el clamor de los que son muertos hacia Dios acerca de los que sufren en la tierra la persecución y muerte a manos de los pecadores "¿Hasta cuando, Señor santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra? …Y se les dijo que descansen todavía un poco de tiempo" Apocalipsis 6:9-10.
El apóstol Pedro nos escribe: "El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno se perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento" 2 Pedro 3:9. Dios no tarda por tardar, El solo está dando tiempo para que todos vengan al arrepentimiento. Además, la Biblia también nos dice que "para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día" 2 Pedro 3:8. Lo que para nosotros parece un largo tiempo para Dios no es nada, pues para el no existe el tiempo, solo el presente.
 
sus bienes. Pero también habló acerca de un siervo no prudente. En Lucas 12:45-46 dice: "Mas si aquel siervo dijere en su corazón: Mi Señor tarda en venir…vendrá el Señor de aquel siervo en día en que este no espera y a la hora que no sabe, y le castigara duramente, y le pondrá con los infieles."
Es muy interesante notar que aunque a la mayoría de nosotros no nos gusta esperar, si nos gusta que nos esperen. Muchas veces no somos pacientes con otros pero nos gusta que sean pacientes con nosotros, si no hemos esperado con paciencia solícitamente y no estamos preparados en aquel día, no habrá paciencia para con nosotros.
El que espera debe estar preparado
Cuando yo era muy joven, tenia alrededor de once años pertenecía a una tropa de niños escuchas de nuestra iglesia. En cierta ocasión se organizó una salida para ir a Ponce. No creo que yo había ido antes a Ponce y estaba muy deseoso de ir. Ponce queda como a tres horas de donde yo vivía en Río Grande. El líder de la tropa dijo que a las cinco de la mañana pasaría a recogernos. Aquella noche dormí muy poco. Me acosté pensando en si iba poder levantarme tan temprano y estar preparado cuando me vinieran a recoger. El líder había dicho que no esperaría por nadie. Que el que no estuviera listo se quedaba.
Aquel día me levanté como a las cuatro de la mañana. Yo no quería perderme el viaje, ni que me dejaran. Cuando mi madre oyó que yo estaba despierto tan temprano, me dijo que era muy temprano, que me volviera a acostar, pues ellos no iban a venir tan temprano a recogerme. Yo discutí con mi madre que no, que yo debía quedarme despierto pero ella insistió que me fuera a dormir y que ella velaría por mí. Para tristeza mía, antes de la cinco de la mañana llegaron a recogerme, pero yo estaba en la cama. Mi madre les pidió que esperaron solo un momento y que yo ya saldría. Ellos no esperaron y se fueron. Yo no estaba preparado a la hora que se había establecido.




Este estudio biblico Continuara….



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