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domingo, 24 de octubre de 2010

Pasto Feliz predica acerca de la Sabiduría


Título: La sabiduría de Dios

Trasfondo bíblico: 1 Corintios 1:10-2:15
Verdad central: La verdadera sabiduría viene de Dios y se revela en su Palabra.
Texto áureo: Sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte. 1 Corintios 1:27
Objetivo:
1. Examinar las limitaciones de la sabiduría humana y la incapacidad del hombre para allegarse a Dios por medio de su conocimiento.
2. Reconocer la supremacía de la sabiduría de Dios y valerse de la fe para madurar en ella.
Bosquejo General
I. Divisiones en la iglesia
A. La influencia del mundo
B. Las divisiones en el liderazgo
II. La sabiduría limitada del hombre
A. Las reacciones a la cruz
B. Los vanos esfuerzos humanos
III. La sabiduría de Dios es ilimitada
A. La fe basada en el poder de Dios
B. La revelación de la sabiduría de Dios
Introducción
La sabiduría que el hombre adquiere a través de su propio esfuerzo no tiene la dinámica espiritual. No tiene el poder de libertar a la gente del pecado. Proverbios 9:10 define la verdadera sabiduría: "El temor de Jehová es el principió de la sabiduría." Uno no puede ni siquiera comenzar el camino de la sabiduría sin el temor del Señor. La sabiduría de Dios en las Escrituras es una revelación divina que los sabios del mundo desconocen totalmente.
Pablo vivió en una época cuando la filosofía y la sabiduría humanas se teman en grande estima, pero él se negó a diluir su predicación para complacer a los "sabios". El sabía que tales personas consideraban su predicación como insensata. Se creían intelectualmente superiores a los que encontraban la salvación en la cruz. Sin embargo, ante los ojos de Dios ellos eran los insensatos porque rechazaban a Cristo en quien reside la verdadera sabiduría. Su mundano razonamiento los cegaba a la verdad del evangelio. Muchos hoy siguen ese mismo camino.
Comentario Bíblico
I. Divisiones en la Iglesia (I Corintios 1:10-13)
A. La Influencia del mundo
Pablo escribió 1 Corintios para dirigirse a una variedad de costumbres que existían en la iglesia de Corinto. Esto incluía su respuesta a una carta de la congregación sobre el matrimonio y la carne ofrecida a los ídolos (1 Corintios 7:1; 8:1). Los problemas de los creyentes de la iglesia en Corinto eran semejantes a los problemas de los creyentes hoy en día, y la amplia aplicación práctica de este libro no se puede exagerar.
Dios había bendecido ricamente a los miembros de la iglesia en Corinto y éstos habían gozado de la operación de los dones espirituales en sus cultos (1 Corintios 1:5,7), aunque también eran inmaduros y camales (3:1). Habían sido llamados a ser santos (1:2), pero no se comportaban como tales.
Parte del problema era su admiración de la "sabiduría" propuesta por la filosofía griega y que estaba arraigada en su cultura. Muchas de estas filosofías tenían como base al hombre y su supuesta autosuficiencia. Esta llamada sabiduría estaba en conflicto directo con el evangelio, sin embargo influía en la manera como muchos de la iglesia se conducían en su vida cristiana. La carnalidad y la inmadurez espiritual eran los resultados inevitables. La división en la congregación era una evidencia de la influencia del mundo. En el versículo 10 Pablo propone el ideal de Dios, es decir, una descripción de la unión que Él desea entre su pueblo. Cada acción o cualidad que se presenta añade a la siguiente ilustración: "Que habléis todos una misma cosa... que no haya divisiones... perfectamente unidos en una misma mente... un mismo parecer." Cuando se destruye esa unión entre los cristianos, la fortaleza y la belleza del evangelio se debilita.
La palabra "cisma" viene de la palabra griega que se traduce como "contienda" o "disensión." Se usa en Juan 7:43, 9:16 y 10:19, en referencia a la división entre la gente sobre el ministerio de Jesús. En Mateo 9:16 y Marcos 2:21 esta palabra se traduce "rotura" para describir el paño viejo que se rompe al ponerle un remiendo nuevo. La palabra ilustra exactamente lo que ocurría en la iglesia de Corinto.
Pregunta: ¿Cómo amenaza la sabiduría del mundo a la iglesia de hoy?
La palabra griega traducida como "perfectamente unidos" significa reparar. En Mateo 4:21 se traduce como "remendaban". En ese versículo los pescadores estaban reparando sus redes para que los peces no se salieran por las roturas que el constante uso había hecho. En Gálatas 6:1 la palabra se traduce como "restauradle", refiriéndose a la restauración de uno que ha pecado.
Remendar y restaurar eran necesarios para evitar que la unión de la iglesia en Corinto se desintegrara más. La gente ya entraba en disputas, ciertamente no era ese el comportamiento que deben exhibir los creyentes que están unidos en el cuerpo de Cristo. Al continuar Pablo el desarrollo de su epístola, haría un bosquejo de los conflictos por los que pasaban los corintios y de los principios de la unión que Dios espera que sus hijos practiquen constantemente.
B. Las divisiones en el liderazgo
Pregunta: ¿Por qué es que seguir "a ciertas personalidades" no concuerda con la misión de la Iglesia?
La iglesia se había dividido en facciones alrededor de los líderes espirituales. Era el mismo tipo de división que existía entre las distintas escuelas de filosofía en Corinto. Cada maestro atraía a cierto grupo de discípulos que lo seguían y se negaban a aceptar las teorías de los demás filósofos. Parece raro que este tipo de espíritu partidario se infiltrara en una congregación cristiana, pero así era.
Pablo, Apodos y Pedro fueron escogidos por Dios para ser sus mensajeros. Cada uno tenía una personalidad distinta y sin duda una manera distinta de dar el mensaje de Dios. Sin embargo, tales diferencias le daban a la iglesia una perspectiva completa y no tenían el propósito de dividirla.
Pablo no se sintió halagado de ser uno de los líderes que tenía la lealtad de algunos. Les hizo preguntas con el propósito de volverlos en sí. "¿Está dividido Cristo? ¿Fue crucificado Pablo por vosotros? ¿Fuisteis bautizados en el nombre de Pablo?" Estas preguntas eran tales que no necesitaban respuesta. Pablo y los otros líderes habían de ser respetados por su ministerio, pero nadie debía usarlos como el punto principal de las divisiones.
Los motivos de los que decían que eran "de Cristo" no están del todo claros. Quizá trataban de demostrar que eran más espirituales que los demás. La mención que hace Pablo de ellos indica que su espíritu también era contencioso.
Los cristianos deben demostrar el amor, el honor y la lealtad a los líderes que Dios ha dado a la iglesia. También necesitan apoyarlos financieramente. Sin embargo, deben darse cuenta que los ministros son siervos de Dios. Las facciones a causa de los líderes y sus personalidades no le agradan a Dios ni tampoco edifican su reino. Los cristianos deben estar alertas a este peligro y tratar de evitar que el cuerpo de Cristo sea la víctima.
II. La sabiduría limitada del hombre (1 Corintios 1:17-31)
A. Las reacciones a la cruz
Para ayudar a los corintios a quitar su vista de los líderes humanos dentro de la iglesia. Pablo presentó un argumento detallado para el lugar singular de Cristo como la expresión del poder de Dios y la sabiduría para el hombre. Jesús representa todo lo que el hombre no puede hacer para alcanzar a Dios. Por esta razón, mucha parte del lenguaje de los versículos 17-31 es de contraste. Una y otra vez, se presenta a Jesús como el único remedio para el decaimiento espiritual del hombre.
En ningún sentido rebajaba Pablo la importancia del bautismo en el versículo 17. Todavía se refería a la división sobre los líderes espirituales. Parece que hasta sentía alivio de haber bautizado a sólo unos cuantos de los creyentes corintios porque así no se le podía acusar de bautizar a los creyentes como sus propios discípulos. De esta declaración sobre el bautismo Pablo pasó a una discusión sobre el tema central de su mensaje, la cruz. Es la demostración más grande del contraste entre la sabiduría de Dios y la del hombre. Es también la demostración más grande del poder de Dios.
Pregunta: ¿Qué clase de "palabras persuasivas de humana sabiduría" podrían quitar la atención de la cruz?
Cuando Pablo predicaba no confiaba en los ingeniosos argumentos del hombre. El temía que sus oyentes se fascinaran tanto con cualquier demostración de ingeniosidad que perdieran de vista la visión de la cruz y su verdadero significado (versículo 17). La predicación de la cruz incita dos reacciones en los oyentes: para los incrédulos es locura; para los creyentes es el poder de Dios (versículo 18). A los sabios del mundo se les pasa completamente por alto el poder de la cruz porque su "sabiduría" a menudo les lleva a ridiculizar el mensaje. Esta actitud revela que están entre los que "se pierden".
B. Los vanos esfuerzos humanos
En el versículo 19 Pablo citó a Isaías 29:14. La Biblia enseña que la sabiduría comienza con Dios; el inconverso cree que comienza con él. En los versículos 19 y 20 Pablo habló de los que el mundo llama sabios: los maestros y los filósofos. Parece que en la época de Pablo esta gente quería resolverlo todo por medio del razonamiento humano solamente (a menudo eso es cierto hoy). Creían que podían encontrar a Dios sin ninguna ayuda de parte de Dios, pero, ¿qué puede hacer la sabiduría humana para rescatar al mundo de la degeneración moral? La sabiduría humana no tiene poder para sacar al hombre de las profundidades del pecado porque no puede dirigirlo hacia Dios.
Pregunta; ¿Cuál es la acusación mayor en contra de la sabiduría humana?
"El mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría" (1:21). La gente ha tratado de descubrir a Dios por medio de su filosofía pero jamás lo ha encontrado. La "locura de la predicación" en el mismo versículo se puede traducir como "la locura de lo que se predicaba" o "la locura del mensaje que se predicaba". La cruz es donde la humanidad perdida encuentra la libertad de la esclavitud espiritual. Si el hombre en el orgullo de su propia "sabiduría" rechaza la revelación de Dios, no tiene esperanza de salvación.
Aunque los judíos tenían una perspectiva distinta de la de los griegos (todos los gentiles), ninguno de ellos jamás pudo encontrar a Dios, porque todos usaban los medios incorrectos. Los judíos exigían señales milagrosas constantemente. Los griegos dependían de la sabiduría humana en su búsqueda de la verdad. En vez de tratar de satisfacer las exigencias de estas dos audiencias y complacerlas. Pablo seguía predicando el mensaje del Mesías que fue crucificado por su pueblo.
Los judíos no aceptaban el mensaje de la cruz porque no podían ver cómo alguien que había sido ejecutado como criminal podría haber sido el Mesías. Los gentiles se vieron atrapados por el mismo error. Ellos razonaban que un criminal jamás podría ayudarle a alguien a encontrar la salvación. Consideraban que la encarnación y la expiación eran temas que debían rechazarse como tonterías; para ellos Jesús era sólo un engañador judío que había sido ejecutado.
Una vez que los gentiles o los judíos recibían a Cristo, su actitud hacia El cambiaba. En vez de tropezar en Cristo o considerar la cruz como mensaje de locura, se daban cuenta que la crucifixión de Jesucristo revelaba el poder y la sabiduría de Dios (versículos 22-24).
El versículo 25 hace una declaración que puede parecer alarmante a primera vista. Sabemos que Dios no es ni insensato ni débil, pero Pablo usaba expresiones que parecían extremas para ayudar a los corintios a ver hasta dónde llega la superioridad de Dios sobre el hombre. Hasta el pensamiento más sencillo que Dios pueda concebir ("su insensatez") todavía sería mucho más grande que lo que la mente humana pueda concebir. La demostración más grande de la fortaleza del hombre parece insignificante ante el más mínimo ejercicio del poder de Dios (su "debilidad"). Este método de comparación se puede ver en el uso que Jesús hace del amor y el "odio" en Lucas 14:26, donde el amor del creyente por Cristo debe ir más allá del amor por todo lo demás.
Pablo no dijo que Dios no llama a ningún sabio, poderoso o noble, sino que llama a "muchos" (versículo 26). Esto no indica que el evangelio no sea para tales personas, sino que a menudo, su manera mundana de pensar y su deseo por el poder levantan una barrera entre ellos y el Señor. Se sienten demasiado seguros de sí mismos para necesitarlo.
Al escoger Dios a personas que el mundo considera débiles e insensatas, avergüenza a los que creen ganarse su salvación por sus propios méritos (versículos 27-31). El ha diseñado su propio plan de redención de tal manera que nadie se puede jactar de haberse salvado a si mismo. Si la persona ha de ser librada del pecado, debe confiar en los medios de salvación que Dios le ha provisto por medio de Jesucristo.
Cristo ha dado todo lo que la persona necesita para tener una relación buena con Dios. Jesús cumple con la justicia, la santificación y la redención que el cristiano necesita (versículo 30). Así que toda alabanza por nuestra salvación se dirige a Dios no al hombre (vea también Jeremías 9:23,24).
La sabiduría que se basa solamente en la razón humana y que se desarrolla sin la influencia santa no solamente ignora la sabiduría de Dios, sino que llega a rechazarla. Esta clase de sabiduría está arraigada en el humanismo secular de hoy en día; es una filosofía pecaminosa que abarca toda esfera de la sociedad.
Pregunta: ¿Cuáles son algunos de los peligros de tener una fe basada en -la sabiduría humana?
III. La sabiduría de Dios es ilimitada (1 Corintios 2:1-16)
A. La fe basada en el poder de Dios
Pablo en su predicación contaba con el poder del Espíritu, no con el discurso poderoso que da la impresión de sabiduría. El limitaba su mensaje a la muerte propiciatoria de Cristo. Este era un tema que el "sabio" llamaba locura, pero que había llevado a los corintios a una relación salvadora con Dios. El podía impresionarlos con su oratoria, ya que había sido preparado en las mejores escuelas de su tiempo, pero la meta de Pablo era que vieran a Cristo, no a él.
Pablo había deseado que la fe de ellos estuviera basada en el poder y la sabiduría de Dios, no del hombre. Así que él predicó con la demostración y el poder del Espíritu de Dios (2:4). Esto aseguraba que la fe de los corintios se basara en el poder de Dios (versículo 5).
B. La revelación de la sabiduría de Dios
El Espíritu revela las verdades profundas de Dios a los que ponen su confianza en Jesús, las cuales los pecadores no pueden conocer (2:9,10). Los impíos son controlados por el espíritu de la época y permanecen en ignorancia de los misterios de Dios. Los creyentes comprenden esos misterios por la revelación del Espíritu, no por el razonamiento natural.
Fíjese en el contraste: El "espíritu del mundo" y el "espíritu que proviene de Dios".
Cuando los siervos de Dios enseñan esas verdades, confían en el Espíritu y en el mensaje revelado de Dios y no en sus propias capacidades y mensaje. Como Dios les ha dado el Espíritu
Santo que mora en ellos, los creyentes pueden regocijarse de que Dios les ha revelado su sabiduría, la cual los guía diariamente (2:12,13). El impío no puede comprender las cosas del Espíritu de Dios (versículo 14) y las llama "locura".
Pregunta: Ya que los valores se forman por medio de la educación, ¿qué precauciones se pueden tomar para asegurar que los hijos retengan los valores cristianos mientras estudian la sabiduría humana?
La sabiduría del evangelio de Jesucristo es superior a todo. Aun la persona más sabia del mundo no la puede comprender. El pensamiento de Dios es un misterio, escondido de los que lo rechazan, pero que es revelado a los que se humillan delante de El y buscan la salvación
Aplicación
Los principios por los que vive mucha gente son totalmente egoístas. La llamada sabiduría que domina a la sociedad es contraria a la voluntad de Dios. La influencia del razonamiento sin Dios se ha hecho tan poderosa que los cristianos deben cuidar de no caer en ese error. Es imprescindible que el pueblo de Dios guarde su Palabra en el corazón. Su sabiduría se revela en la Biblia, y cuando estudiamos esa sabiduría guiados por el Espíritu, podemos resistir el pensamiento del hombre.
La sabiduría que el individuo escoja dictara su sistema de valores: "Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él" (Proverbios 23:7).
Hoy el mundo clama: "Si te gusta, hazlo." Esta es la "sabiduría" que ha venido destruyendo la moral de la humanidad desde la caída del hombre en el huerto del Edén. Cuando se le da rienda suelta a esa clase de pensamiento, los resultados pueden llegar a ser espiritualmente fatales. La sabiduría de Dios enseña que las personas verdaderamente felices son las que tienen hambre y sed de justicia, y que "los de limpio corazón verán a Dios (Mateo 5:6,8).
                     

sábado, 23 de octubre de 2010

Estudio Biblico de la La Fe que Trae Convicion


1-. Pasaje Biblico : Juan 9:1-41

(1) Lea el pasaje notando el desarrollo del encuentro, el milagro de sanar al ciego y los resultados:
- vv. 1-7 El Milagro
vv. 8-12 La curiosidad de los vecinos
vv. 13-17 La interrogación al hombre sanado
vv. 18-23 La interrogación a los padres
vv. 24-34 Una nueva interrogación al sanado
vv. 35-41 El testimonio del hombre sanado
(2) Pida a DIOS que use esta porción bíblica para abrir sus ojos a lo que el quiere enseñarle.


2-. Palabras de esta lección que usted debe entender.
(1) Rabí - Significa "mi grande". Llego a ser entendida como "maestro". Fue un titulo dado a las personas que tenían reconocida habilidad para enseñarle el Antiguo Testamento.
(2) Sábado - El séptimo día de la semana fue el día designado por la ley judía para descansar y celebrar la bondad divina. Las muchas tradiciones y restricciones formaban la base de una controversia constante entre JESUS y los Fariseos.
(3) Fariseos - Un partido religioso de los judíos que se había organizado durante el periodo de la historia entre el Antiguo y el Nuevo Testamento. Enseñaban el deber de observar la letra de la Ley de Moisés y los centenares de interpretaciones tradicionales que fueron añadidas a ellas a través de los siglos.
(4) El Cristo - El Mesías, el Ungido, el que DIOS escogió y mando al mundo como el Señor y Salvador universal. Las obras y las enseñanzas de JESUS probaron que el era el Cristo. Su resurrección de entre los muertos puso el sello divino sobre esta verdad.
(5) Edad Tiene - Indica que el hombre que nació ciego y fue sanado era adulto y que los padres no eran responsables por lo que el decía y hacia.
(6) Sinagoga - Un edificio en cada pueblo, aldea o ciudad del mundo donde vivía cierto numero de judíos. Asistían a la sinagoga para oír la Palabra de DIOS, para adorar a Jehová, para aprender su ley y llevar a cabo las actividades religiosas en la comunidad. El hecho de pertenecer a la sinagoga equivalía para los judíos a tener seguridad espiritual. Ser expulsado de la sinagoga significaba que una persona era excomulgada de la familia de la Fe y de toda comunión religiosa y social.
(7) Profeta- Un enviado por DIOS con una misión especifica. En este caso, el milagro de sanar al ciego fue la señal divina de la misión profética de JESUS.
(8) Discípulo - Una persona que aprende y camina en una disciplina o doctrina bajo la dirección de un maestro.


3-. Desarrollo del episodio
(1) Hay muchas maneras de enfocar este estudio. Lo importante es que vemos a JESUS, rodeado por muchas personas, llevando a cabo su misión divina. Esta porción bíblica es un espejo en el cual se puede ver cualquier comunidad del mundo. Podemos observar a las siguientes personas en el relato:
- Los filósofos: Siempre hay personas a quien les gusta ver todo lo que pasa en esta vida desde el punto de vista filósofo. En este pasaje eran los que andaban con Cristo quienes comenzaron a hablar sobre la razón por la cual ese hombre nació ciego. Parase que no se les ocurrió la idea de ayudarle.
- Los Curiosos: Los vecinos y los demás de la ciudad vieron el cambio en el hombre. Su curiosidad les llevo a conversar sobre el cambio. Algunos dudaban de que fuera el mismo hombre.
- Los temerosos: Los padres no quisieron hablar sobre quien hizo el milagro de dar la vista a su hijo, por temor a que fuesen expulsados de la sinagoga. Ellos habrían sabido que JESUS fue la persona que sano a su hijo. Este había compartido su experiencias con todos. pero la autoridad despótica de los fariseos les hizo tener un comportamiento cobarde. Es fácil actuar igual que ellos.
- La Autoridades: Los fariseos dominaban al pueblo en los asuntos religiosos. Nadie se atrevía a ir en contra de ellos. Al ver que aquel hombre nació ciego había recobrado la vista milagrosamente, trataron de convencerle de que JESUS no había venido de DIOS y que además de esto, era pecador. El orgullo de esos hombres no les dejo admitir lo evidente e innegable. Luego dejaron de discutir con el hombre y comenzaron a ofenderle. Eran discípulos de Moisés, pero no reconocían a JESUS como el cumplimiento de lo que el mismo Moisés había dicho y escrito, ni permitían a otros hacerlo.
- Los Necesitados: El mundo esta lleno de gente necesitada. Siempre ha sido así. Pero, ¿quien en este regalo bíblico tenia la mayor necesidad, el ciego o los fariseos? Los verdaderos ciegos son las personas que no quieren reconocer a JESUS como el cumplimiento de las profecías de Antiguo testamento y como el único Mediador entre DIOS y los hombres. ( Lea 2 Corintios 4:3,4 )
(2) El hombre ciego mostró su Fe en JESUS cuando se fue al estanque a lavarse. Así recupero su vista física. El impacto de este milagro fue tal que todo el pueblo estuvo hablando de lo que había pasado, y se preguntaban quien era el responsable por este milagro.
El milagro innegable fue la vida cambiada. El hombre estaba tan convencido de lo que le había sucedido que fue en contra de las autoridades judías, no dejándose vencer por ellas. Podrían expulsarle de la sinagoga pero no podrían negar el milagro. El hombre sanado no lo podía explicar, pero testifico del hecho de que podía ver (v. 25).
Fue una maravilla que aquel hombre fuera sanado físicamente. Pero el milagro aun mas grande fue que recupero la vista espiritual. Al principio del episodio reconoció a JESUS como a un hombre (v. 11). Después le proclamo como profeta (v. 17); luego como a uno que vino de DIOS (v. 33); y al final, entendió que era el Ungido, o Mesías, a quien DIOS mando para que todos recuperaran la vista espiritual (vv. 35-38 ).


4-. Para reflexionar y dialogar.
(1) ¿Puede Usted identificar a los filósofos, curiosos, temerosos, autoridades y necesitados en su propio medio?
(2) ¿A que grupo pertenece usted?
(3) ¿Cual es la necesidad mas grande de todos los hombres?
(4) ¿Cual es la respuesta divina para estas necesidades?
(5) ¿Como puede JESUS ayudarles a estos en su necesidad?
(6) ¿En que sentido vemos en el caso del hombre nacido ciego un ejemplo de fe que trae convicción?

Aprendamos más acerca de Dios


Hay mucho más que decir acerca de este asunto, pero no es fácil explicarles a ustedes todo porque les cuesta mucho
entender.12 Con el tiempo que llevan de haber creído en la
buena noticia, ya deberían ser maestros. Sin embargo, todavía
necesitan que se les expliquen las enseñanzas más sencillas
acerca de Dios. Parecen niños pequeños, que no pueden comer
alimentos sólidos sino que sólo toman leche.

Hebreos 5:11-12 (Biblia en Lenguaje Sencillo)
15 No dejen que nadie se aleje del amor de Dios. Tampoco
permitan que nadie cause problemas en el grupo, porque eso les
haría daño; ¡sería como una planta amarga que los envenenaría!

Hebreos 12:15 (Biblia en Lenguaje Sencillo)
20 Además, los que han conocido a nuestro Señor y Salvador
Jesucristo, ya no siguen el ejemplo de los pecadores de este
mundo. Pero si permiten que los vuelvan a engañar con esas
cosas, y se dejan controlar por el pecado, quedan peor que
antes.21 Más les valdría nunca haber sabido de qué manera
quiere Dios que vivan. Pero ahora lo saben, y si dejan de
obedecer a Dios, quedarán peor que antes.

2 Pedro 2:20-21

Estudio Bíblico de Cómo crecer en el amor


Verdad central
: Un amor siempre en aumento a Dios y a los demás es la más elevada realización cristiana.
Trasfondo bíblico: Lev. 19:18,34; Salmo 116:1,2; Juan 15:12,13; Rom. 5:1-8; 1 Tes. 4:9; 1 Juan 3:1,17, 18; 4:8-10; 5:1-3
Bosquejo
I. Acepte el amor de Dios
A. El don del amor de Dios
B. Grandeza del amor de Dios
II. Ame a Dios
A. Con todo su ser
B. Con obediencia
III. Ame a los demás
A. Como a sí mismo
B. Como Cristo lo amó
Objetivo:
Comprender y aceptar el amor de Dios y mostrarles su amor a los demás.
Introducción
A veces experimentamos su amor en nuestros sentimientos, en el sentido de que pudiéramos decir que estamos complaciéndonos en el fervor de su amor. Pero por lo general reconocemos el amor de Dios por nosotros en lo que Él ha hecho. El capítulo del amor (1 Corintios 13) define el amor no como algo que se siente sino algo que se expresa en hechos.
En esta unidad hemos estudiado acerca del crecimiento espiritual. La prueba positiva de crecimiento espiritual es mostrarles a otros el amor de Cristo en nuestra vida, no sólo a quienes son de la familia de la fe, sino también a los perdidos y desamparados del mundo.
El amor es el mayor, porque todas las demás virtudes tienen en él su origen. La predicación elocuente, el conocimiento asombroso, la mucha fe, buenas obras, e incluso el martirio son inútiles sin amor (1 Corintios 13:1-4). Dios quiera que, gracias a este estudio, aumente nuestro deseo de crecer en el amor a Dios y a los demás.
Comentario bíblico
I. Acepte el amor de Dios (Romanos 5:5-8
)
A. El don del amor de Dios
Pregunta: ¿Por qué la gente tiende a ser escéptica cuanto a recibir regalos?
A veces cuando alguien quiere dar un regalo, el beneficiario titubea en aceptarlo. Se nos ocurren pensamientos como estos: "Nadie da nada por gusto" y "Algo está tratando de conseguir". No cabe duda de que hay algo de cierto en el dicho "no se consigue algo por nada".
Aun con Dios se cumple eso. Dios nos ofrece su amor como un don. Recibimos ese don cuando ponemos en Dios nuestra fe y confiamos en Él. Y como declaró Pablo en Romanos 5:5, "la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones". No nos consideremos tan importantes, como si hubiéramos hecho algo grande, ya que debemos reconocer que pusimos nuestra esperanza en Dios porque estábamos desesperados.
Pablo no deja lugar para la duda en cuanto a nuestra condición antes que recibiéramos el don del amor de Dios. Éramos "débiles", "impíos" y "pecadores" (vv. 6,8). Carecíamos de poder para ganar la justificación con Dios. Lo mejor que podíamos ofrecer en el sentido de justicia propia es como "trapo de inmundicia" para Dios (Isaías 64:6). Cada uno de nosotros andaba sin Dios y no había dado en el blanco, y estábamos destituidos de su gloria (Romanos 3:23).
Pregunta: ¿Qué frase de dos palabras señala el punto decisivo en estos dos pasajes?
La frase "pero Dios" (Efesios 2:1-10; Romanos 5:8) señala el cambio en esos pasajes. Cristo no murió por una persona justa o ni siquiera una persona buena que sea amable y generosa. Murió por los pecadores. Pero Dios, sabiendo que la paga del pecado es muerte, nos dio el don de su amor, que es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro (6:23).
B. Grandeza del amor de Dios
La grandeza del don del amor de Dios se muestra al hacer hijos suyos a quienes reciben ese amor. "Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce" (1 Juan 3:1). Nos resulta totalmente extraña la idea de que Dios nos ama tanto que quiere adoptarnos en su familia.
El ser hijo de Dios implica beneficios y responsabilidades.
Pregunta: ¿Cuáles son algunas de las ventajas de ser hijo de Dios?
Romanos 8:14-17 menciona estos beneficios: la dirección del Espíritu, conociendo a Dios como "Padre", el testimonio del Espíritu y el ser heredero de Dios y coheredero con Cristo.
Pregunta: ¿Cuáles son algunas de las responsabilidades de ser hijo de Dios?
1 Pedro 2:21-24 habla del ejemplo de Cristo para que sigamos "sus pisadas". Tenemos la responsabilidad de sufrir por Cristo, consagrarnos a Dios y vivir rectamente.
Pregunta: ¿Cómo puede alguien llegar a ser hijo de Dios?
Juan 1:12 afirma: "A todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios." Por la fe recibimos el don de la salvación y nos convertimos en hijos de Dios (véase también Efesios 2:8,9).
La grandeza del amor de Dios también se ve en la provisión de la salvación por parte de Dios. Envió a Jesucristo para que fuera la propiciación por nuestros pecados (1 Juan 4:10). La palabra "propiciación" alude a un sacrificio hecho para satisfacer los justos requisitos de Dios. Dios aborrece el pecado, pero ama al pecador, de modo que envió a Cristo para que muriera por nosotros.
Dios creó al hombre para que tuviera comunión con Él. Pero el pecado interrumpió la relación del hombre con Dios, convirtiendo al hombre en enemigo de Dios. Pablo tenía eso en mente cuando dijo que éramos enemigos de Dios. En su deseo de restaurar las buenas relaciones con nosotros, Dios nos reconcilió con Él por la muerte de Jesucristo (Romanos 5:10).
Se ha definido la religión como la tentativa del hombre de llegar hasta Dios. El cristianismo es diferente de cualquier otra religión en que es Dios quien toma la iniciativa de llegar hasta nosotros. "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna" (Juan 3:16).
La grandeza del amor de Dios se ve también en su deseo de darnos vida (1 Juan 4:9). Cuando el hombre fue creado y puesto en el huerto, fue el deseo de Dios que disfrutara de la vida y de la comunión con Él. Pero Adán decidió no hacer caso de la advertencia de Dios de que "el día que de él comieres, ciertamente morirás" (Génesis 2:17). El pecado causó la muerte física y espiritual. Dios envió a Jesucristo al mundo para que tengamos vida, y la tengamos en abundancia (Juan 10:10).
La vida que Jesucristo nos da vence aun la muerte física. La esperanza del cristiano incluye la resurrección del cuerpo. En aquel día glorioso, los efectos del pecado serán destruidos para siempre y disfrutaremos de vida eterna en la presencia del Señor (véase Apocalipsis 21,22).
Dios es amor (1 Juan 4:8). Su naturaleza manifiesta la grandeza de su amor y su carácter es actuar con amor (v. 10). No es de extrañarse que el apóstol Pablo pidiera que seamos "plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento" (Efesios 3:18,19).
II. Ame a Dios (Salmo 116:1,2; Marcos 12:29,30
)
A. Con todo su ser
En el Salmo 116, el salmista expresa su gratitud a Dios por haber sido librado de la muerte. Es como reacción ante la respuesta de Dios a sus oraciones que él expresa su amor a Dios (v. 1). Dijo que invocaría y amaría a Dios mientras viviera (v. 2).
No sólo debemos amar a Dios con toda nuestra vida; tenemos que amar a Dios con todo lo que somos. Se acercó a Jesús uno de los escribas, maestro de la ley, que le preguntó cuál era el mandamiento más importante. La respuesta de Jesús vino de Deuteronomio 6:4,5. Confirma la unidad de Dios y la relación que Israel tiene con Dios como su pueblo del pacto. Como es el único Dios verdadero, y gracias a su pacto, se le debe amar de todo corazón.
Muchos se complican tratando de definir lo que significa amar a Dios con todo el corazón, con toda el alma, con toda la mente y con todas las fuerzas. Concentrémonos más bien en lo que Jesús está diciendo aquí. Debemos amar a Dios con todo nuestro ser.
B. Con obediencia
Todos los padres suponen que sus hijos se amen los unos a los otros. Dios espera que quienes lo aman también amen a sus hijos (1 Juan 5:1).
Parece extraña la declaración del versículo 2. En el capítulo anterior, Juan dio a entender que es imposible amar a un Dios invisible si no amamos a las personas con quienes tenemos contacto cada día (4:20).
No podemos separar la relación que tenemos con Dios de las relaciones que tenemos con los demás. La forma en que usted trate a su compañero afectará su relación con Dios. Y su relación con Dios debe afectar la forma en que usted trata al compañero. Por ejemplo, cuando Dios tiene misericordia de nosotros, debemos tenerla de los demás (Mateo 18:33). Cuando ayudamos a un hermano necesitado, hemos servido a Jesucristo (Mateo 25:40).
Por eso Juan dijo que, para mostrar amor a los hijos de Dios, debemos amar a Dios y guardar sus mandamientos. Pero no debe ser una obediencia a regañadientes por temor al castigo. Es un servicio alegre, con un vehemente deseo de agradar a Dios. El obedecer los mandamientos de Dios no es una carga (1 Juan 5:3).
III. Ame a los demás (Levítico 19:18,34
)
 A. Como a sí mismo
Muchos luchan con la cuestión de amarse a sí mismo. Vivimos en una cultura que tiende a ser ensimismada y ególatra. Se nos enseña a ser egoístas, aun hasta el punto del suicidio y la eutanasia. ¿Cuál es el equilibrio entre amor propio y egolatría? Levítico 19:18 declara: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo." Y el versículo 34 extiende eso al trato de los extranjeros como familia. Así que nos hacemos la pregunta: "¿Cómo se ama usted a si mismo sin los extremos representados en nuestra sociedad?"
En primer lugar, usted se ama a sí mismo como alguien creado a la imagen de Dios (Génesis 1:27). Después del pecado original, la imagen de Dios, aunque dañada, sigue aun en nosotros (9:6).
En segundo lugar, usted se ama a sí mismo como alguien que tiene valor porque Dios tiene un propósito y un plan para su vida (Jeremías 1:5). El Salmo 139:16 declara: "Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas."
En tercer lugar, usted se ama a sí mismo como alguien por quien Cristo murió. Dios pensó que usted era digno del sacrificio de su Hijo unigénito.
Todos los mandamientos de Dios respecto a la forma en que se ha de tratar a los demás se resumen en este único mandamiento: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo", (Levítico 19:18). Romanos 13:10 declara: "El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor."
La práctica del perdón es una forma en que expresamos ese amor a los demás. No debemos vengarnos ni guardar rencor (Levítico 19:18). Debemos mantener una perspectiva apropiada en nuestras relaciones con los demás. Colosenses 3:13 nos recuerda otra perspectiva a tener en cuenta. "Soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros... De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros."
Otra expresión de amar al prójimo como a sí mismo se encuentra en el tratar de igual modo a todas las personas (Levítico 19:34). En la parábola del buen samaritano. Jesús enseñó que el prójimo es el que muestra misericordia y compasión con los necesitados (Lucas 10:30-37). La discriminación, el tratar a las personas de manera diferente debido a que son distintas de nosotros, no debía ser práctica del pueblo de Dios. Los israelitas supieron gracias a sus experiencias en Egipto lo que era ser maltratados. Este no fue sólo un principio para los israelitas en la época del Antiguo Testamento. Jesús nos lo aplicó a nosotros cuando nos dio la regla de oro (Mateo 7:12).
B. Como Cristo lo amó
Un popular tema cristiano que comenzó a fines de la década de los años noventa es la pregunta "¿Qué haría Jesús?" Jesucristo es el ejemplo supremo de lo que significa amar a los demás. Jesús les ordenó a sus discípulos:
"[Amaos] unos a otros, como yo os he amado" (Juan 15:12.)
Jesús continuó su conversación con la observación de que la mayor muestra de amor es la de dar la vida por un amigo (v. 13). La esencia de eso es el morir por el bien de otro. Pero ¿qué sucedería si eso implicara el sacrificio de las ambiciones, los planes y los intereses personales? ¿Estamos dispuestos a sufrir incomodidades por un amigo? ¿Estamos dispuestos a sacrificarnos para que otros sean bendecidos? Cristo hizo todo eso por nosotros, y no podemos hacer menos por los demás.
El apóstol Juan en su primera epístola recurrió al ejemplo de Cristo (1 Juan 3:16). Invitó a sus lectores a que consideraran si el amor de Cristo puede estar en ellos si no ayudan a un hermano necesitado cuando pueden ayudarlo (v. 17).
Pregunta: ¿Qué piensa que significa la expresión "cierra contra él su corazón"?
Consideramos el corazón como el centro de nuestros sentimientos. La expresión indica el no tener piedad, el no atender al hermano necesitado.
Juan les aconsejó a los creyentes que practicaran las obras de amor, no que sólo hablaran de ellas. Muchos ministerios fructíferos comenzaron con ganar almas para el reino cuando personas compasivas veían una necesidad y la satisfacían. Así comenzó la Escuela Dominical. Robert Raikes vio a los niños necesitados e hizo lo que pudo para ayudarlos. ¿Qué pudiera hacer Dios por medio de usted?
Pablo, al escribirles a los tesalonicenses, mencionó que ellos habían sido enseñados por Dios a amarse los unos a los otros (1 Tesalonicenses 4:9). No les estaba escribiendo para darles instrucciones acerca del amor fraternal, porque ya lo estaban practicando (v. 10). Pablo sencillamente quería alentarlos a que hicieran más y más (v. 11).
Pregunta: ¿Cómo habían sido enseñados los tesalonicenses por Dios a amarse los unos a los otros?
Jesús fue su ejemplo para mostrarse amor los unos a los otros. Resolvámonos a seguir el ejemplo de Cristo y su orden de que nos amemos los unos a los otros como Él nos ha amado.
Aplicación
Tenga con un grupo de hermanos en la fe un intercambio de ideas acerca de las necesidades que saben que hay en la iglesia, en su vecindario, en las escuelas y en la comunidad. Determinen cuáles de esas necesidades pueden ellos satisfacer. Analicen cuáles pueden ayudar a resolver las personas individualmente, una clase de Escuela Dominical o la iglesia. Designe a una persona o a un grupo pequeño para que investigue más lo que puede hacerse y que formule un plan específico (quizá quiera consultarlo con su pastor). Entonces póngalo en práctica, en el nombre de Cristo, como expresión de amor.
La vida tiende a golpearnos. A veces comenzamos a sentir como si nadie nos amara. Esta lección nos ha recordado que Dios nos ama muchísimo. Aun cuando éramos pecadores. Dios nos amó. Comience a buscar al Señor y dígale cómo se siente usted. Permita que su amor entre en el corazón y le dé plenitud de vida. Entonces, al igual que el salmista, usted puede decir: "Amo a Jehová pues ha oído mi voz y mis súplicas" (Salmo 116:1).
El Señor os haga crecer y abundar en amor unos para con otros y para con todos
 (1 Tesalonicenses 3:12).

Versículo bíblico del día


He aquí el ojo de Jehová sobre los que le temen,
sobre los que esperan en su misericordia,
para librar sus almas de la muerte,
y para darles vida en tiempo de hambre.
Nuestra alma espera a Jehová;
nuestra ayuda y nuestro escudo es él.
Por tanto, en él se alegrará nuestro corazón,
porque en su santo nombre hemos confiado.
Sea tu misericordia, oh Jehová,
sobre nosotros, según esperamos en ti.
Salmos 33:19 - 22